Concierto - Eddie C. Campbell & Los Gatos Bizcos

Ya que uno va a un concierto y tiene un blog se supone que tiene que escribir unas lineas, a propósito del evento. La pena es que no me prodigo lo suficiente en este tipo de eventos, por el trabajo y la familia, por desgracia (que llorón), ahora eso sí a determinados "saraos" hay que acudir si o si, y este era uno de ellos. Vaya por delante de que siempre me estoy quejando que si en Soria no se ve ni se oye nada aparente, y lo cierto es que si hay gente que se preocupa por traer cosas de calidad y con la suficiente asiduidad para que merezca la pena, me refiero a la asociación EnVibop, que se esfuerza por acercarnos buena música, muchas gracias chicos, de verdad, estais haciendo un trabajo formidable. El local, "Sala Teatro Avalon", acogedor como siempre, con las cervezas frias y unos precios razonables, y que quizás se quedó un poco pequeño pero sin mucho agobio. La entrada 12€, que suele ser el fijo de esta asociación en los conciertos que trae, y que algunas veces parece irrisorio teniendo en cuenta la calidad de los eventos.

Nos metemos en harina, depués de dar jabón, con el concierto presentando a Eddie C. Campbell, nacido en el ´39 en Missisppi, es uno de los grandes del blues a nivel mundial, por descontado que a tocado con todo el mundo, a destacar Muddy Waters ( su ídolo), Howlin´Wolf, Little Walter, Jimmy Reed(fué su director musical), Koko Taylor, Little Jhonny Taylor, todo esto desde mediados de los ´50, pero hasta el ´77 no graba su primer LP en solitario "King of the Jungle", como siempre y a destiempo no le llegaría el reconocimiento mundial hasta el ´94 consu disco "That´s when i know". Si señores me fui a ver a un Bluesman de la vieja escuela con 71 años, y fue increible, que clase, que gusto, que saber hacer y que sonido, que limpieza. Este monstruo es considerado uno de los guitarristas más influyentes del blues de Chicago, y pionero del Chicago West Side Blues, ahí es na´.
Empezó suavecito al más puro estilo Chicago, cadencioso, acogedor, con unos ritmos muy medidos, muy "Swing", que te hacían moverte sin querer, y nos fué desgranando uno tras otro temas que fueron increscendo hasta atreverse con rockanroles puros y duros ( versiones de Jhonny B. Good, y Lucille de Chuck Berry y Little Richard), demostrando que lo dominaba todo, la pena por mi parte es no haberme enterado antes para haber escuchado sus discos un par de cientos de veces, para haber disfrutado más la fuerza del directo. Comenzando siempre con un riff, al que de repente convierte en el ritmo que va a seguir el resto de la banda, invitando a todos los músicos a unirse de una u otra manera a la melodía. Sin grandes alardes pero con una solvencia fuera de toda duda, me impresionó mucho la limpieza al tocar, y la suavidad, parecía que todo era fácil que la canción iba saliendo sóla de su guitarra, tecnicamente impresionante, su voz muy acorde con el estilo de blues, aguda y sólida, con momentos para enlatar cuando subía tonos para desgarrarla. Pero no se quedo ahí el show, nos contó chistes, nos "vacilo" con samba ("Oye como va", Santana), y completo el espectáculo "tocando" la guitarra con todo lo que se le ocurrio, pie, punta, talón, codo, espalda, lengua, e incluso con el culo, todo esto hizo que le perdonaramos de buena gana el intermedio de media hora que hicieron, y hay que reconocer que para un hombre de 71 años está muy bién llevado el aguante y ritmo del concierto con unas ganas y un dinamismo que ya quisieran muchos,  cambiaba eso si, su "amada" guitarra (lo digo por que debe llevar media vida con ella, al ver en el estado que estaba el cuerpo del instrumento, lleno de toques de una vida larga y azarosa, con demasiados bolos y kilómetros en los trastes) por la cachaba en cuanto paraban un poco.
Mucha suerte tuvimos también con la banda que lo acompañaba y que ha elegido para su periplo por España este año, Los Gatos Bizcos, Quique Gómez(Armónica y Voz), Pablo "Sampa" (guitarra), Hector Rojo (Contrabajo),  y Pete Benito (Bateria). Sabían a lo que venían, y apoyaron durante las casi 2 horas de concierto al gran Eddie, sin intentar sobresalir, más que cuando los temas lo hacían estrictamente necesario, una gran profesionalidad y saber hacer, pese a su juventud. El frontman de la banda hizo con la armónica, todo lo que no pudo hacer con la voz, acompañando perfectamente y el guitarra incrustó solos de calidad aprovechando el buen material que tenía de base, a veces daba la impresión, por la complicidad y demás, de que llevaban tiempo tocando juntos.Me quedo con ganas de verlos solos en directo, tienen que ser "brutales", a ver si alguien toma nota y los acerca por Soria.

Y esto es todo, bueno si me fuí a casa con alguna cerveza de más, para dormir sólo un par de horas para enganchar a currar, pero no importa, ya dormiré cuando me muera. Contento muy contento, que no se puede decir todos los días.