El lenguaje es la herramienta que tenemos para comunicarnos, y bién usado es portentoso, capaz de hacernos odiar, amar, llorar, reir y maravillarnos. Pero aún teniendo todos las mismas herramientas, cada uno las usamos como podemos y sabemos. Muchas conversaciones de barra, dentro y fuera me han constatado feacientemente, que empleamos el lenguaje como buenamente podemos, y si por un lado lo empobrecemos diciendo a veces palabras que no significan lo que queremos decir en realidad, otras veces lo engrandecemos inventandonos palabras o frases que sirven para lo que queremos expresar eficientemente.
En esta sección, ire poniendo los ejemplos que se me ocurran o encuentre por ahí.
Quieto en la mata.
1. Dícese del que corriendo peligro, físico o psíquico mantiene el tipo como puede, lo mejor agazapado posible.
2. Dícese del que habiendo encontrado un lugar en el que se satisfacen sus perentorias necesidades, obliga físicamente a su cuerpo a permanecer en ese mismo lugar.
Me cachis la mar.
1. Expresión utilizada para expresar hastío de forma moderada.
2. Expresión para indicar a un camarero que se quiere ingerir tanta bebida distribuida en litros de cerveza como sea posible, y por lo menos en una cantidad no inferior a una gran masa de agua. Esta acepción suele ser usada en bares, y chiringuitos de playa bien entrada la noche.
Otro día más, y como no, se admiten aportaciones.
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